miércoles, 15 de febrero de 2017

Ser padres es mucho más que dar alimentos y vestuario a vuestros hijos; ser padres es ser: guías, maestros, amigos, hermanos, confidentes y ante todo sacerdotes de vuestros hijos y vuestros hogares. Ser padres es ser sembradores de la semilla del amor y el temor de Dios en vuestras familias.








¡PASTORES DEL HOGAR, CONTROLAD EL USO DE LA TECNOLOGÍA EN VUESTROS HOGARES Y DESTINAD UN ESPACIO DE TIEMPO PARA EL DIALOGO Y ORACIÓN EN FAMILIA!
FEBRERO 12 2017 2:20 P.M

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LOS PADRES DE FAMILIA

Mi paz sea con vosotras, ovejas de mi Grey
Padres de familia, ¿qué estáis esperando para enderezar el rumbo de vuestros hogares? Como Buen Pastor no quiero que vuestras familias se pierdan; os he puesto como pastores de vuestros hogares, pero siento gran tristeza al ver como la inmensa mayoría de las familias, van al despeñadero. El mal ejemplo de muchos padres de familia y su permisividad, está haciendo que muchos hogares de hoy marchen a la deriva. Muchas familias están sin control y caminan rumbo al abismo; la tecnología luciferina ha entrado a los hogares y su mal uso está destruyendo muchas familias. El demonio de la tecnología se está robando el alma de mis pequeños.

La tecnología los está apartando de la oración y de los valores morales y espirituales inculcados en el hogar. Siento gran dolor en mi Corazón, al ver perderse tantos niños y jóvenes por falta de amor, diálogo, comprensión y ante todo por la falta de Dios y el liderazgo de los padres en los hogares. ¡Padres de familia, atended a mi llamado y prestadle más atención a vuestros hijos, porque el rebaño que he puesto a vuestro cuidado anda disperso y está cayendo al despeñadero! ¡Dejad vuestros afanes y preocupaciones mundanas y atended lo que vale más que el dinero, vuestras familias!

Pastores del hogar, controlad el uso de la tecnología en vuestros hogares y destinad un espacio de tiempo, para el diálogo y oración en familia. Porque en verdad os digo: si continuáis más preocupados por las cosas del mundo y seguís dándole la espalda a vuestros hijos, os aseguro que los vais a perder y con ellos os perderéis también vosotros. Ser padres no es solamente proveer el hogar y los hijos de cosas materiales. Ser padres es mucho más que dar alimentos y vestuario a vuestros hijos; ser padres es ser: guías, maestros, amigos, hermanos, confidentes y ante todo sacerdotes de vuestros hijos y vuestros hogares. Ser padres es ser sembradores de la semilla del amor y el temor de Dios en vuestras familias. Os habéis convertido en padres proveedores de cosas materiales y estáis descuidando el tesoro del alma que hay en cada uno de vuestros hijos. Es el alma de vuestros hijos la que se está perdiendo por vuestra alcahuetería y permisividad; es el alma de vuestros hijos la que se está perdiendo por haber sacado a Dios de vuestros hogares y haberlo reemplazado por el celular, el computador, la televisión y demás dioses de la tecnología de este mundo. Es el alma de vuestros hijos la que se está perdiendo por la falta de amor, diálogo, comprensión, oración, liderazgo y ante todo por la falta de temor de Dios en muchos hogares.

Son muy pocos los hogares de hoy donde se me abre la puerta, donde moro. La inmensa mayoría de las familias están alejadas de Mí, y otras tantas son tibias; sólo me buscan cuando vienen los problemas, se comportan como fariseos; predican, pero no practican. En verdad os digo: ninguno de los hogares tibios, entrará en mi Nueva Creación.

Padres de familia, se está acercando el tiempo de la gran tribulación; si continuáis vosotros y vuestras familias alejados de Mí, os aseguro que mi adversario se encargará por medio del demonio de la tecnología de llevaros a la muerte eterna. Necesito pastores del hogar que haya más amor, diálogo, comprensión, oración y cumplimiento de los Santos Mandatos en vuestros hogares. Haced de ellos fortines de oración, porque mi adversario va a atacar el corazón de los hogares y si en estos no hay unidad, ni temor de Dios, lo más seguro es que se van a perder eternamente.

En vuestro paso por la eternidad voy a llevar a todas las familias tibias y alejadas de mí al infierno, para que vean el estado en que se encuentran las familias que ya se condenaron y que como ellas, sólo anduvieron en este mundo preocupadas por las cosas materiales y vivían apartadas de Dios. Quiero con esto, hacer que recapaciten para que al regresar tomen conciencia, vuelvan a Dios y alcancen la salvación. ¡Me entristece ver caer en el abismo a tantas familias! Como Buen Pastor, haré todo lo que esté a mi alcance para salvarlas, siempre y cuando abran su corazón al amor y temor de Dios. De nuevo os digo: preparaos porque está llegando el tiempo en que pasaréis por la eternidad. Permaneced en vela, porque se acerca el regreso triunfal del Hijo del Hombre.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, 
porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor
Dad a conocer mis mensajes, ovejas de mi grey





miércoles, 8 de febrero de 2017

PIDAMOS SIEMPRE CON CONFIANZA Y CON FE, JESÚS SIEMPRE ESTA ESCUCHÁNDONOS, SIEMPRE!!!!





                       EL NIÑO EN EL TABERNÁCULO


Discípulos de la eucaristía venid y escuchad esta maravillosa historia que revela a Jesús en el Sacramento del altar. Me fue contada en un reciente un viaje a la Inglaterra protestante.

Sucedió un día que un buen y santo misionero, mientras predicaba por los campos de ese país, consiguió reunir en torno a si a un grupo de niños pequeños. Como tema de su predicación eligió enseñarles la presencia real de Jesús en el Tabernáculo. Con su corazón embargado por la emoción les habló a los niños de cómo Jesús, por obra de un dulce milagro, permanece siempre encerrado y cautivo en los altares de nuestras iglesias esperando nuestra visita.

Nada más escuchar esto sucedió que uno de los niños se levantó apresuradamente de en medio del grupo y sin perder un instante salió corriendo en dirección a la iglesia más cercana. Una vez en su interior se acercó al Tabernáculo y aunque era todavía demasiado pequeño, consiguió con gran esfuerzo subirse a lo alto del altar y sentarse a su lado. Fue entonces cuando con una fe pura e ingenua, comenzó a llamar a Nuestro Señor mientras golpeaba con suavidad la puertecita:

- Jesús, ¿estás allí?...

Pero nadie contestó a su llamada. Sin desanimarse a esta conmovedora audacia propia de su corta edad, volvió de nuevo a golpear esta vez un poco más fuerte la puerta con los nudillos de pequeña manita:

- ¿Estás allí, Jesús?. Por favor contéstame... como nos dicen que lo haces siempre en la clase de catecismo…

Y esperó unos instantes... Pero a pesar de que prestaba mucha atención sus oídos no conseguían escuchar ningún sonido del interior del Tabernáculo. "Debe ser que Jesús esta ahora dormido", pensó entonces el niño. Y decidido, se dijo a si mismo: "Voy a despertarlo con delicadeza para no asustarlo".

- Oh mi pequeño Jesús, te quiero, te adoro, creo en Ti, contéstame. Yo te suplico que me hables…

¡Oh gracia! ¡Oh prodigio! ¡Oh milagro!… Ante esta oración de tanta ternura Jesús ya no pudo resistir más y desde el fondo de su Tabernáculo dejó escapar finalmente su voz:
- Soy Jesús y vivo en este lugar donde mi inmenso amor por los hombres me tiene prisionero. Desde aquí consuelo a todo el que llora. 

Y tu, mi amado niño, ¿qué es lo que quieres de mi?

El niño, ya muy contento, le respondió con voz candorosa:
- Es mi padre…. No se encuentra bien... Te pido por favor que lo conviertas. Haz que te conozca y ame tu nombre...

-Hágase como quieres. Te concedo tu deseo - le respondió Jesús. Anda, vete ahora a tu casa que ya la tarde está cayendo y tus padres te están esperando .

Desbordado por la alegría de haber sido escuchado por Jesús, el niño regresó a su casa mas obediente y piadoso que nunca. Al día siguiente se obró un milagro conmovedor: sin que hubiera contado nada de lo sucedido en la iglesia, su padre tomó la repentina decisión de acudir a la Iglesia y confesarse tras haber permanecido muchos años completamente alejado de ella. Cuando regresó a su casa, volvió como un hombre nuevo renacido a la fe.

Y así termina esta historia que me contaron en la Inglaterra protestante. ¡Oh Jesús! gran amigo de los niños y lleno de compasión con los pobres pecadores, ¿quién dejará de reconocer tu infinita bondad en el relato de esta historia que me contaron? Yo la recordaré por siempre… Y también llamaré a tu puerta todos los días. Si no consigo oír tu voz como aquel niño, poco importa pues se que tu corazón siempre me escucha.
* * *
Oh Jesús, que te quedaste con nosotros, prisionero en el Sagrario, haz que te llevemos constantemente en nuestro corazón para que, haciéndote así agradable compañía en la tierra, merezcamos estar un día contigo en el cielo.








¡EN EL TIEMPO DE LA GRAN TRIBULACIÓN, SOLO ME DEJARE BUSCAR POR MIS HIJOS FIELES!

FEBRERO 5 DE 2017 4:10 P.M.

LLAMADO URGENTE DE JESÚS SACRAMENTADO A LA HUMANIDAD

Hijos míos, mi paz esté con vosotros.

Yo soy la paz que brota del Espíritu y a todos los que crean en Mí, se las daré.

 Desgarrad vuestros corazones y acercaos y todo cuánto me pidáis os lo concederé, si es para vuestro bien y el de vuestra alma.

Yo soy vuestro prisionero de amor, el guardián que nunca duerme, la luz y la esperanza que aguarda por vosotros en el silencio de mis sagrarios. Os prometí quedarme con vosotros hasta la consumación de los tiempos, pero heme aquí en mis Tabernáculos, triste y solitario, esperando la compañía de mis Hijos que no llegan. ¡Oh, cuánta tristeza embarga a mi corazón, al ver vuestra ingratitud y olvido! ¡La soledad de mis Casas son espinas que atraviesan mi Corazón Amante!
La inmensa mayoría de mis hijos me da la espalda y no la cara; otros me buscan sólo de labios y de oídos, y vienen a Mí, solamente a que les solucione problemas. Me exigen y se acercan a pedirme no con fe, sino por necesidad; sólo me buscan para que les apague sus incendios. Solamente una pequeña minoría viene a Mí, con sincero corazón. ¡Qué dolor y tristeza me produce esta humanidad de estos últimos tiempos!

Estoy por partir y aun así, no venís a visitarme; cuando me vaya de mis Sagrarios ya no habrá quien os escuche y os vais a lamentar, y ya será muy tarde para muchos. En el tiempo de la gran tribulación, sólo me dejaré buscar por mis hijos fieles. Mi rebaño sabe que en aquellos días, me encontrará en el Sagrario de mi Madre; su Vientre Santo, será mi Tabernáculo. Debéis pues Pueblo mío, buscar a mi Madre, porque ella, será el puente que os comunicará conmigo.

Para encontrar a mi Madre, debéis de hacer su Santo Rosario. El Rosario será la brújula que os guiará a mi Madre; yo os hablaré e instruiré a través de ella.
En cada comunidad de mi Iglesia Remanente, habrá un instrumento elegido que será el parlante por donde escucharéis las directrices del cielo y sus mensajes. Sólo a mis hijos fieles me les manifestaré, sólo a mi rebaño. En vuestro paso por la eternidad, separaré las ovejas de las cabras y así vosotros por el sello de mi Sangre con el cual seréis sellados, sabréis al regresar a este mundo quien es de mi rebaño y quien de mi adversario.

Hijos míos, en los días de tribulación, pedid la asistencia e intercesión de mis Ángeles, mis Apóstoles, discípulos y almas bienaventuradas, para que os asistan y protejan en vuestras batallas espirituales. Ellos están esperando que los tengáis en cuenta para daros su protección y asistencia; porque hijos míos, la tribulación que se aproxima, nunca antes se ha visto en la tierra. Os queda muy poco tiempo ya de cotidianidad en este mundo, el tiempo de mi Justicia Divina cada vez se acerca más. Clamo a mi Padre para que ninguno de los míos se me pierda.

ORACIÓN INTERCESORA DE JESÚS SACRAMENTADO

Padre mío, no te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del mal. Te pido que los protejas y guíes, para que la purificación que viene sobre ellos, los fortalezca en la fe y sus sufrimientos, penas y necesidades, te los ofrezcan como ofrenda de cada día, para que tu Santo Nombre sea Glorificado. Gracias Padre mío, porque sé que me escuchas y al ser uno contigo, tu Hijo será también Glorificado y te Glorificará. Que tu Santa Voluntad se cumpla en el cielo y en la tierra y en cada uno de ellos, para que todos seamos mañana una sola familia para Gloria y Honra de Dios. Amén

Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado
Dad hijos míos a conocer mis mensajes a toda la humanidad.