sábado, 7 de febrero de 2015

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO








¡OH, QUÉ TRISTEZA ME EMBARGA AL VER LA
INDIFERENCIA DE TANTOS, ANTE EL DOLOR AJENO!
FEBRERO 02 DE 2015 – 8:15 A.M.

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO

Hijos míos, mi paz esté con vosotros.
Mis hijos fieles a mi evangelio en los países del lejano oriente, están siendo
torturados, encarcelados y muchos han ofrendado su vida por mi causa.
Sangre de mártires que clama justicia al cielo; cada día se intensifican las
matanzas y la humanidad sigue impávida ante este holocausto. Los medios
de comunicación callan, los gobiernos callan, mi Iglesia tibiamente se
pronuncia y todo es silencio y omisión en torno a estas masacres. ¡Oh, qué
tristeza me embarga al ver la indiferencia de tantos, ante el dolor ajeno!.
Todos sois hijos de un mismo Padre que os ama y fuisteis creados a imagen
y semejanza suya, ¿por qué entonces sois tan indiferentes con vuestros
hermanos en desgracia?. MI Iglesia se está desangrando en estos países,
la sombra de la muerte la persigue por doquier; podrán matar los cuerpos,
pero nunca podrán matar las almas; la sangre de mis mártires es fortaleza
para mi Iglesia, es mi sangre con la cual volveré a vencer a mi enemigo.
¡No calléis más pueblo mío, rebaño mío, no nos hagáis cómplices con
vuestro silencio!; alzad vuestra voz al cielo; uníos en cadena de oración y
pedidle al Padre, que su justicia divina restablezca el orden y el derecho
en aquellos lugares donde se vierte la sangre de su pueblo.
Hijos míos, el holocausto de mis niños inocentes también clama justicia al
cielo. Millones de inocentes criaturas diariamente son laceradas en los
vientres de las madres desalmadas. ¡Oh hienas, la sangre inocente que
hacéis derramar os juzgará mañana en la eternidad!. Os digo, si no os
arrepentís, reparáis, pedís perdón de corazón, y enderezáis vuestro
caminar, os aseguro que ya tendréis lista una morada en el vientre del
averno. ¡Oh libertinas, vuestro libertinaje será vuestra condenación
eterna!.
¡Malditos vuestros vientres madres desalmadas porque hacéis de ellos
sepulcros vivientes…! si hay algo que juzgo con todo el peso de mi
justicia, es la sangre de mis inocentes derramada. ¡Vacas de Basán que
asesináis en vuestros vientres la esperanza!; se os está acercando el día
en que pasaréis por la eternidad y será tan grande vuestra injusticia que
mi justicia clamará contra vosotras: ¡condena eterna!. Y ya no
regresaréis más a este mundo.
Seguid pecando y acumulando cargas a vuestra alma; tenéis oídos y no
escucháis, tenéis ojos y no veis; tenéis boca pero solo proferís blasfemias
y burlas y decís en vuestro perverso corazón: Dios no nos ve, ni nos hará
bien o mal. ¡Oh, qué equivocadas que estáis libertinas!. El que plantó la
oreja, ¿no va a oír?; el que formó los ojos, ¿no va a ver?; el que acusa a
los pueblos, ¿no va a castigar?; el que enseña al hombre, ¿no va a saber?. El Señor conoce los planes de
los hombres que son vanidad pura. (Salmo 94.9 al 11).
Os hago un llamado urgente a vosotras mujeres libertinas, ¡dejad de pecar!; volveos a Mí, con un corazón
contricto y humillado, así como lo hizo María de Magdala y os aseguro que os perdonaré y no tendré más
en cuenta vuestro pecado, y así como a María Magdalena también a vosotras os diré: ¿Dónde están los
que os acusan?. ¡Levantaos y no pequéis más!.
MI paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro
Maestro y Pastor, Jesús el Buen Pastor.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.