martes, 25 de abril de 2017

Dedicado a todos los Sacerdotes, representantes de Jesús en la tierra e hijos predilectos de nuestro Señor. A quien se les ha dado la tan grata y gran responsabilidad de pastorear a sus ovejas.






De los cuadernos de su Santidad San Juan Pablo II
23 de Agosto de 1963

Omnipotens sempiterno Deus,
Qui abundantia pietatis tuae
Et merita supplicum excedis et vota
Effunde super nos misericordiam tuam,
Ut dimittas quae conscientia metuit
Et adicias quod oratio non praesunit,
Per Dominum…

Dios todopoderoso y eterno,
Que con amor generoso desbordas los méritos,
Y deseos de los que te suplican,
Derrama sobre nosotros tu misericordia,
Para que libres nuestra conciencia de toda inquietud
Y nos concedas aún aquello que no nos atrevemos a pedir
Por nuestro Señor….



Ejercicios Espirituales, 20 de Diciembre de 1966

Meditatio 2. Nuestra vocación (la de todo el mundo en Cristo). Cristo es en primer lugar una gran llamada que penetra la temporalidad, pero indica la eternidad. Penetra la temporalidad y trata de organizarla desde el punto de vista de la restitutio, o sea, de la devolución al Padre. A esto se asocia el doble significado de la cruz –y la doble elevatio en la santa misa-.
La cruz como sacrificio -aniquilación que satisface-. Y la cruz como esfuerzo de continua búsqueda de los valores adecuados (aumento del valor) de todo – de esos valores que eran intención y presuponía el Creador Padre-. Jesús es guía en el camino de ésta búsqueda, y su cruz es señal del esfuerzo que esta conlleva. (Esta es una reflexión, al margen de San Pablo, de la cruz y de la constitución Gaudium et spes.)
La vocación es consecuencia de la llamada de la voz divina en Cristo. Es esta una consecuencia para todo el mundo, pero en cada uno es distinta, particular. Ojeada a mi vocación. Posee (como todas) un sentido social y carismático.

Meditatio 3. De particularibus (sobre cuestiones concretas): en toda referencia a la iglesia debo aferrarme a mi propia vocación, a la que Dios me ha dado. No asomarme fuera de ella porque a ella va íntimamente unido el estado de gracia. En ese aferrarme a la vocación, a su sentido adecuado, y a sus límites se encuentra la fuerza para la gran ``variedad de reacciones internas´´. Por su parte, la colaboración con el estado de gracia será la base para cumplir esta vocación concreta con todo amor y fidelidad.

21 de Diciembre
(Santo Tomás Apóstol)

Meditatio 1 (sic). Reflexión sobre mi propia vocación. Sus elementos (constitución Lumen Gentium): padre, pastor, maestro ``santificador´´, merecen un studium contemplativo aparte.

En el concepto padre entran el principio, el dar la vida y el cuidado por mantenerla en los propios hijos. Se trata de la vida en sentido material y espiritual. Este segundo se refiere a la paternidad espiritual. Pastor es también padre en lo relativo al cuidado y manutención de la vida (así pues concepto, restringido) y paralelamente es 
``guía del rebaño´´, el que dirige y gobierna, La enseñanza (maestro) y santificación se contienen en la función de padre y pastor.

Vuelve continuamente la petición de enraizarme gradualmente y cada vez más profundamente en mi Pueblo (crescere in Plebem suam (que crezca entre mi Pueblo). Es esto al mismo tiempo un entrar cada vez más pleno en los mencionados elementos de la vocación. Su verificación. La vocación muestra también un cierto modo interno y externo de vida.




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