De los cuadernos de
su Santidad San Juan Pablo II
23 de Agosto de 1963
Omnipotens
sempiterno Deus,
Qui abundantia
pietatis tuae
Et merita supplicum
excedis et vota
Effunde super nos
misericordiam tuam,
Ut dimittas quae
conscientia metuit
Et adicias quod
oratio non praesunit,
Per Dominum…
Dios todopoderoso y
eterno,
Que con amor
generoso desbordas los méritos,
Y deseos de los que
te suplican,
Derrama sobre
nosotros tu misericordia,
Para que libres
nuestra conciencia de toda inquietud
Y nos concedas aún
aquello que no nos atrevemos a pedir
Por nuestro Señor….
Ejercicios
Espirituales, 20 de Diciembre de 1966
Meditatio 2. Nuestra vocación (la de todo el mundo en
Cristo). Cristo es en primer lugar una gran llamada que penetra la
temporalidad, pero indica la eternidad. Penetra la temporalidad y trata de
organizarla desde el punto de vista de la restitutio,
o sea, de la devolución al Padre. A esto se asocia el doble significado de
la cruz –y la doble elevatio en la
santa misa-.
La cruz como
sacrificio -aniquilación que satisface-. Y la cruz como esfuerzo de continua
búsqueda de los valores adecuados (aumento del valor) de todo – de esos valores
que eran intención y presuponía el Creador Padre-. Jesús es guía en el camino
de ésta búsqueda, y su cruz es señal del esfuerzo que esta conlleva. (Esta es
una reflexión, al margen de San Pablo, de la cruz y de la constitución Gaudium et spes.)
La vocación es
consecuencia de la llamada de la voz divina en Cristo. Es esta una consecuencia
para todo el mundo, pero en cada uno es distinta, particular. Ojeada a mi
vocación. Posee (como todas) un sentido social y carismático.
Meditatio 3. De particularibus (sobre cuestiones concretas): en toda
referencia a la iglesia debo aferrarme a mi propia vocación, a la que Dios me
ha dado. No asomarme fuera de ella porque a ella va íntimamente unido el estado
de gracia. En ese aferrarme a la vocación, a su sentido adecuado, y a sus
límites se encuentra la fuerza para la gran ``variedad de reacciones
internas´´. Por su parte, la colaboración con el estado de gracia será la base
para cumplir esta vocación concreta con todo amor y fidelidad.
21 de Diciembre
(Santo Tomás
Apóstol)
Meditatio 1 (sic). Reflexión sobre mi propia vocación. Sus
elementos (constitución Lumen Gentium):
padre, pastor, maestro ``santificador´´, merecen un studium contemplativo aparte.
En el concepto padre entran el principio, el dar la
vida y el cuidado por mantenerla en los propios hijos. Se trata de la vida en
sentido material y espiritual. Este segundo se refiere a la paternidad
espiritual. Pastor es también padre
en lo relativo al cuidado y manutención de la vida (así pues concepto,
restringido) y paralelamente es
``guía del rebaño´´, el que dirige y gobierna,
La enseñanza (maestro) y santificación se contienen en la función de padre y
pastor.
Vuelve continuamente
la petición de enraizarme gradualmente y cada vez más profundamente en mi
Pueblo (crescere in Plebem suam (que
crezca entre mi Pueblo). Es esto al mismo tiempo un entrar cada vez más pleno
en los mencionados elementos de la vocación. Su verificación. La vocación
muestra también un cierto modo interno y externo de vida.
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